El chavismo conmemora este jueves dos años de la muerte de con fuegos artificiales y actos protocolares organizados por el gobierno de su heredero Nicolás Maduro, quien enfrenta una profunda crisis económica que por primera vez en 16 años ha puesto al chavismo ante el riesgo de una derrota electoral.

Los actos conmemorativos se iniciaron con un "cohetazo nacional" (lanzamiento de petardos) en la madrugada del mismo jueves.

A esto se unirá la instalación de una "Tribuna Antiimperialista" en la Plaza Bolívar de Caracas durante el mediodía, que previsiblemente girará en torno a la retórica antiestadounidense y a las recientes acusaciones de que Washington orquesta un golpe de Estado contra el gobierno de Maduro, con apoyo de políticos venezolanos de derecha.

En la tarde, a las 4:25 p.m. se realizará un homenaje en el Cuartel de la Montaña en Caracas, lugar donde reposan los restos de el 5 de marzo de 2013 en un hospital militar tras combatir por casi dos años un cáncer del que aún se desconocen detalles.

SU RECUERDO PERMANECEEl recuerdo del líder bolivariano, impulsor desde 1999 de un modelo socialista basado en la redistribución de los ingentes ingresos petroleros que le valió la devoción de las clases pobres y le permitió amasar un inmenso poder, permanece en la iconografía del chavismo, con innumerables murales, pancartas y franelas con su cara estampada.

La irrupción de Chávez en la política venezolana se dio con el fallido golpe de Estado que encabezó en febrero de 1992 contra el fallecido expresidente Carlos Andrés Pérez, alegando que Venezuela necesitaba un cambio de rumbo por hallarse sumida en corrupción, pobreza, injusticia y exclusión social.

La repartición de la altísima renta petrolera en programas asistencialistas, llamados insostenibles desde las filas opositoras, le granjeó mucho afecto entre los más pobres.

Su figura está siempre presente en los discursos de Maduro, al que muchos responsabilizan del deterioro socioeconómico de estos dos años, caracterizado por una inflación de 68.5%, la escasez de rubros básicos, la recesión, además de alta criminalidad y corrupción.

Según encuestas privadas, Maduro apenas cuenta con poco más de 20% de aprobación, una cifra muy inferior a las que solía registrar Chávez.

La popularidad en picada de Maduro, quien coincide con la debacle de los precios del petróleo, llega a pocos meses de las , que por primera vez en muchos años tiene una amplia probabilidad de perder ante una desarticulada oposición.