El mundo de la moda se ha teñido de negro. Hubert de Givenchy, uno de los mejores diseñadores de alta costura del siglo XX, murió el pasado sábado, a los 91 años.
Su pareja, el diseñador Philippe Venet, lo anunció este lunes. "Falleció mientras dormía", ha precisado Venet en un comunicado enviado a la agencia France Presse.
Givenchy creció en una familia protestante de la antigua nobleza francesa. Su padre murió cuando solo tenía dos años y el diseñador creció influido por su madre, por quien sentía admiración, y por las telas y disfraces de la fábrica de su abuelo. A pesar de que su familia quería que fuera notario, el joven se marchó con 17 años a París a estudiar costura.
Hubert trabajó para famosas marcas como Louis Vuitton, Balenciaga, Gucci, Prada, entre otras. Por ello, representantes de la marca que lleva el apellido de Hubert también lamentaron el hecho y lo publicaron en Twitter.
Cabe resaltar que en 1995 se retiró hastiado de la deriva del mundo de la moda. "La pasarela de ahora es muy vulgar. Ya no hay elegancia, ni siquiera entre mis antiguas clientas", argumentó Givenchy en una de sus últimas entrevistas.