Hospitalizan a exdictador Manuel Noriega

El exdictador panameño Manuel Antonio Noriega, de 78 años, fue hoy trasladado nuevamente a un hospital aquejado de problemas respiratorios, lo que preocupa a sus médicos y familiares, quienes piden su excarcelación, confirmó una de sus hijas.

"Se lo llevaron al hospital (público Santo Tomás, en la capital panameña) porque está con una bronquitis y fiebre alta", dijo Thays Noriega, la menor de las tres hijas del exgeneral que gobernó Panamá entre 1983 y 1989.

"No es un chequeo de rutina ni le tocaba ninguna cita. Está con fiebre desde ayer (martes) y lo van a dejar hospitalizado hoy (miércoles)", añadió.

El exdictador está preso desde el 11 de diciembre en el Centro Penitenciario El Renacer, a orillas del Canal de Panamá, tras ser extraditado por Francia. Desde entonces fue ingresado varias veces al hospital Santo Tomás. En febrero por hipertensión y una isquemia cerebral y en marzo por coágulos en una pierna.

"Tres salidas en menos de cinco meses. Dos cuadros respiratorios y un evento vascular creo que ameritan que se tomen medidas tratándose de una persona de su edad y condición de salud", añadió su hija.

"Esto es preocupante y le da fuerza a la tesis de que lamentablemente esa área donde está él ahora mismo no reúne las condiciones propias para la atención de un paciente de la edad que él tiene y las enfermedades que él tiene", dijo el médico privado de Noriega, Eduardo Reyes.

Noriega ya sufrió dos derrames cerebrales, tiene una enfermedad coronaria, una patología cerebral denominada meningioma, un tumor benigno y depresión. Sus médicos pidieron a las autoridades que cumpla la condena por desaparición de opositores en un hospital o en su residencia.

Sin embargo, las autoridades judiciales panameñas aún no se pronuncian sobre la petición de los abogados porque no tienen el historial clínico completo de Noriega, según dicen.

Noriega gobernó de facto de 1983 a 1989 y fue derrocado en una cruenta invasión militar de Estados Unidos. Antes de ser extraditado a Panamá, cumplió 21 años de cárcel en Estados Unidos y Francia, por narcotráfico y lavado de dinero.