Le perdonaron la vida. A pesar que Christopher Watts, de 33 años, asesinó a Shannan Watts, su esposa embarazada y sus dos hijas menores, sus suegros decidieron que no sea condenado con pena de muerte.
Con la intención de no ser sentenciado con pena de muerte, Watts lloró en la Corte local y se declaró culpable de los cargos de asesinato en primer grado, de manipulación de un cuerpo humano fallecido y un cargo de terminación ilegal de un embarazo.
Según información de CBS Denver, el cuerpo de la gestante fue encontrado en una propiedad de Anadarko Petroleum, uno de los perforadores de petróleo y gas más grande de Colorado (Estados Unidos), donde Christopher trabajaba.
Además, las autoridades también hallaron los cadáveres de sus hijas Bella, de 4 años, y Celeste, de 3.
Finalmente, la decisión de ser condenado a muerte estuvo en manos de los padres de Shannan, quienes decidieron perdonarle la vida.
"Él tomó la decisión de llevarse esas vidas. No quiero estar en la posición de decidir llevarme la suya", señaló la madre a la Fiscalía.
De esta forma, Christopher Watts, más conocido como el 'Monstruo de Denver' solo será condenado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.