Guatemala suspendió las operaciones de rescate en la zona caliente y devastada por la erupción del volcán de Fuego, que dejó 99 muertos, casi 200 desaparecidos y casas enteras sepultadas bajo escombros y ceniza.
La suspensión de las operaciones se deben al riesgo latente que todavía existe en la zona, y que pone en peligro la integridad de los socorristas, afirmó la Coordinadora para la Reducción de Desastres (Conred).
"Las condiciones climáticas y las derivadas del material aún caliente depositado en el área de afectación no son las adecuadas para preservar la integridad física de los socorristas", refirió el vocero de Conred, David de León.
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"Recordemos que en el lugar pueden ocurrir explosiones y con la lluvia pueden descender lahares por el material depositado en las barrancas", agregó.
La pausa en el rescate llevó a que algunos familiares de las víctimas se adentraran a la zona cero pese a la restricción anunciada por la policía. El trabajo es arduo y bajo la amenaza latente de que en cualquier momento se pueda desprender sedimento de las laderas y provocar otra tragedia, informa AFP.
Cientos de socorristas, policías y soldados se han adentrado en la zona en los últimos tres días para buscar entre toneladas de ceniza y piedras a los desaparecidos en la comunidad de San Miguel Los Lotes. En muchos casos, apenas llevaban palos, piochas y palas, mientras tanto, el coloso se mantiene activo lanzando columnas de ceniza.
El volcán, de 3.763 metros de altura y situado a 35 km al suroeste de la capital, registró el domingo su erupción más fuerte de las últimas cuatro décadas, con 99 muertos y 197 desaparecidos. La furia desatada por el volcán dejó además 58 personas heridas y 12.277 evacuadas, de las cuales 3.665 fueron llevadas a 21 albergues.