La Guardia Suiza es el histórico ejército permanente más antiguo y pequeño del mundo, que tiene como misión y motivo de existencia la protección del  en el .

Fue justamente una delegación de esta fuerza militar quien llegó a nuestro país para revisar las actividades y recorridos del pontífice argentino en Lima, Puerto Maldonado y Trujillo.

Cada hombre que forma parte de la guardia realiza su juramento levantando tres dedos de la mano derecha como símbolo de la trinidad católica, en medio de una ceremonia rica en rituales en el patio de San Dámaso del Palacio Apostólico.

Todos los reclutas pasan por un proceso de entrenamiento durante dos años en las fuerzas policiales y militares suizas, y deben ser varones solteros, católicos, suizos y menores de 30 años.

UN POCO DE HISTORIA

Los guardias, con sus trajes azul y dorado, petos metálicos y albardas (una especie de lanza), son una atracción turística más en el Vaticano. Sin embargo, su trabajo va más allá de ser guardias de adorno.

Históricamente, la Guardia Suiza fue creada el 21 de enero de 1506 cuando el Papa Julio II negoció con los nobles suizos por la conformación de una guardia personal que le jurase lealtad.

Esta fuerza militar nace con 150 hombres, y desde entonces ha acompañado a todos los pontífices hasta la actualidad. Este hecho los convierte en el ejército permanente más antiguo del mundo.

Estos soldados son históricamente conocidos por su entrega y bravura, la más memorable ocurrió el 6 de mayo de 1527, cuando se enfrentaron a un millar de soldados alemanes y españoles en el conocido saqueo de Roma por parte del emperador Carlos V de España.

Lucharon a muerte hasta quedar vivos sólo 42 de los 189 guardias, pero logrando soportar el tiempo posible para que el Papa Clemente VII escapara por un pasaje llamado 'Passetto di Borgo' que conduce al castillo de 'Sant'Angelo'.

Es por ese hecho histórico que las ceremonias de juramento de los nuevos reclutas se realizan el sexto día de mayo.