Un cliente de un grifo en Curitiba, Brasil, sufrió un atentado contra su vida tras ser rociado con gasolina y perseguido por el trabajador que lo atendía hasta ser incendiado. Felizmente, la víctima fue rápidamente socorrida por otros trabajadores y llevada hasta la estación de bomberos más cercana donde recibió los primeros auxilios.
Caio Murilo Lopes dos Santos fue a cargar de combustible su vehículo el sábado 18 de marzo y fue atendido por Paulo Sergio Esperançeta, quien al ser reclamado por haber malogrado la llave del automóvil comenzó a replicarle al cliente que no había sido su culpa, hasta que la discusión pasó a mayores y Paulo decidió atentar contra la vida de Caio.
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Luego de ser socorrido por el cuerpo de bomberos, la víctima, de 34 años, fue llevada al hospital Evangélico Mackenzie donde, según el informe médico, le indicaron que tiene quemaduras de segundo y de tercer grado en los brazos, tórax, abdomen, además de otras de primer grado en las piernas.
El abogado de la empresa gasolinera, Marcel Bento Amaral, afirmó, en nota de prensa, que Paulo Sergio fue despedido y que el establecimiento está auxiliando a la familia y a las autoridades para la recolección de datos. La prima de Caio, Mariane Caroline Cardoso, lamentó la falta de empatía de ambos para solucionar el problema.