El ministro griego de Defensa Civil, Nikolaos Dendias, calificó hoy como una "invasión" la continua llegada de inmigrantes al país heleno, dos días después de que Atenas lanzara un gran operativo para detener a los 'sin papeles'.
"El país se hunde. Estamos confrontados con una invasión", dijo Dendias, por lo que aseguró que la operación 'Zeus Xenios' continuará.
"Nunca en su historia, desde la caída de los dorios, hace 4,000 años, Grecia ha experimentado una invasión de estas características. Se trata de una bomba en los fundamentos del Estado", agregó el funcionario, con lo que dejó clara la postura del gobierno dirigido por Antonis Samaras.
Unos 1,500 policías dejaron de proteger a políticos y celebridades para detener el último fin de semana a 6,000 personas, unas 1,600 serán deportadas, mientras que 4,400 apresados no enfrentarán ningún cargo, pues demostraron ser inmigrantes legales.
Grecia, ubicada en la frontera suroriental de la Unión Europea, es desde hace tiempo un punto de entrada para asiáticos y africanos.