Detrás del fraude de masivo que hizo pasar carne de caballo como carne bovina en unos 4,5 millones de productos preparados, estaría la responsabilidad de la cooperativa agrícola Lur Berri, situada al sureste de Francia, y no el proveedor de carne Spanghero.
El escándalo de la carne equina pone así en evidencia el tamaño que han adquirido las cooperativas agrícolas. En Francia, estas emplean a más de 160,000 personas y representan el 40% del sector agroalimentario.
Para la Confederación de Trabajadores del Campo, un sindicato agrícola en Francia, el caso de la carne de caballo es la prueba de que las cooperativas funcionan como "multinacionales" que tienen por "único objetivo la búsqueda del máximo beneficio".
El Modef, otro sindicato minoritario cercano a los comunistas, instó a los 5,000 agricultores adherentes de Lur Berri a protestar contra dirigentes que han cometido "faltas graves".
Con el "gigantismo" de las cooperativas y su multiplicación de filiales al descubierto, el ministro francés de Economía Social y del Consumo, Benoît Hamon, reconoció que "el mundo cooperativo está muy sacudido por lo que ocurre" y anunció una reforma de la ley de 1947 sobre las cooperativas ante el Senado.
Se cree que la operación será delicada ya que está en juego la competitividad de las cooperativas que se concentran, no paran de crecer y de constituir asociaciones.