¿Eres amante de los vinos? Vindigo es una alternativa poco común que está causando sensación en Europa. En el sur de Francia, esta bebida es una de las más demandadas, donde sus habitantes y turistas han acabado con un primer suministro de 2.000 botellas, según información de Reuters.
Lo que más llama la atención de este vino es sus color azul, tono que se consigue tras filtrarlo a través de la pulpa del hollejo de las uvas tintas, que contiene un pigmento natural llamado antocianina.
Producido en la provincia andaluza de Almería, al sudeste de España, este vino, con aromas de cereza, frambuesa y maracuyá, se comercializa a doce euros la botella.
El impulsor del Vindigo, el empresario Rene Le Bail, ha encargado ya un nuevo suministro, de hasta 35.000 botellas, las cuales estarán destinadas a los comerciantes minoristas y tiendas de alimentación.
Le Bail, en conversación con Reuters, dice que sus redes sociales están inundada de pedidos desde Francia, Bélgica, Alemania y que la demanda se extiende hasta Rusia, el Caribe y China.
"Creo que las botellas que he encargado se venderán en dos meses. Todos lo quieren", resalta.