Este miércoles, miles de estudiantes estadounidenses abandonaron sus salones de clase en homenaje a las víctimas del tiroteo en Florida. Este acto también tiene un perfil político ya que miles de personas están en contra de la proliferación de armas.
La acción, bautizada como 'National School Walkout' (Paro escolar nacional), comenzó a las 10 de la mañana y duró 17 minutos, un minuto por cada una de las personas fallecidas el pasado 14 de febrero en una secundaria de Parkland.
Entre las medidas que exigen los protestantes, se menciona principalmente la prohibición de cargadores de repetición (dispositivo que permite a los fusiles semiautomáticos disparar ráfagas) y de armas de asalto como el AR-15.
Es importante mencionar que la Casa Blanca presentó una serie de propuestas que no prevén ni prohibir los fusiles semiautomáticos ni elevar de 18 a 21 años la edad legal para adquirir esas armas.
En el país americano, los ataques en las escuelas son un peligro que afecta a los alumnos de todas las edades, pero algunos padres y educadores afirman que abordar este tema sensible con una manifestación podría tener un efecto traumatizante para los mismo alumnos.