Tragedia. Un incendio de grandes magnitudes ocurrido el último sábado ha cobrado la vida de 37 personas en la ciudad de Davao, en el sur de Filipinas.
Las llamas consumieron los interiores de un centro comercial y las víctimas, en su mayoría, era trabajadores de un 'call center' que operaba las 24 horas del día en la última planta del establecimiento.
Fue recién este domingo que el jefe de la Oficina de Protección de Incendios (BPF, según siglas en inglés) le confirmó a Paolo Duterte (vicealcalde de la ciudad e hijo del presidente Rodrigo Duterte) que "no había ninguna opción de encontrar con vida a las personas desaparecidas".
De acuerdo con la agencia EFE, la lista con los nombres de los 37 desaparecidos fue publicado por el vicealcalde por la madrugada de este domingo.
Al lugar, también llegó el mandatario Duterte, quien tuvo la labor de comunicarles a los familiares de las fallecidos que eran casi nulas las posibilidades de encontrar con vida a alguien.
"El fuego se declaró el sábado por la mañana en la tercera planta del centro comercial NCCC, en la que se vendían telas y mobiliario de madera y plástico, y seguía ardiendo a primera hora del domingo", consignó EFE citando al canal filipino de televisión ABS-CBN.