Hombre discutió con su ex pareja, la mató a balazos y luego se suicidó en Brasilia, la capital de Brasil. (Foto: AP)
Hombre discutió con su ex pareja, la mató a balazos y luego se suicidó en Brasilia, la capital de Brasil. (Foto: AP)

Un policía civil ingresó armado a un edificio público en , capital del país, y tras discutir con su ex pareja, una empleada pública de 43 años, la asesinó de tres disparos este lunes y luego se suicidó, confirmaron las autoridades.

La muerte de Débora Tereza Correia se produjo en la mañana en un predio de la Secretaría de Educación de Brasilia, donde trabajaba.

Según contó a la AP Rafael Parente, secretario de Educación del distrito, el asesino ingresó al edificio “normalmente”, se registró con el personal de seguridad, y pidió ir al tercer piso para hablar con la víctima. Empleados de la secretaría se sobresaltaron al escuchar gritos en el pasillo principal de la dependencia pública. Inmediatamente se produjeron los disparos.

El funcionario, quien aseguró que el asesino habría tenido una relación sentimental con Correia, dijo que el edificio no cuenta con detector de armas.

“(Los empleados) escucharon los disparos y luego se encontraron con los dos cuerpos tirados en el pasillo. Todos están en shock, varios necesitaron asistencia médica”, contó Parente, que en el momento del crimen trabajaba fuera del edificio.

En un comunicado divulgado a la prensa, la Policía Civil lamentó el hecho y dijo que “las circunstancias están siendo investigadas”.

Brasil posee una legislación fuerte para proteger a las mujeres de la violencia. La Ley María da Penha de 2006, que lleva el nombre de una mujer que quedó parapléjica cuando su marido intentó asesinarla, aumentó las penas para abusadores domésticos --donde según analistas se comete la mayor parte de los ataques-- y creó refugios para víctimas. Otra ley contra los feminicidios fue aprobada hace tres años y aumentó las penas si la justicia prueba que el odio de género motivó el crimen.

Sin embargo, la violencia continúa siendo un problema acuciante.

El año pasado, 1173 mujeres fueron asesinadas víctimas de feminicidios --o crímenes de odio contra la mujer--, según datos del Forum Brasileño de Seguridad Pública.

Para Michele dos Ramos, especialista en violencia de género del Instituto Igarapé, si bien en los últimos años hubo avances de legislaciones específicas, Brasil todavía “es un país con una fuerte cultura machista” que repercute en un incentivo a la violencia.

De acuerdo con estadísticas de la ONU, publicadas en 2016, el gigante sudamericano posee la quinta tasa más alta de feminicidios en el mundo (4,8 muertes cada 100 mil habitantes).

Por otra parte, Dos Ramos consideró que la reciente decisión del presidente Jair Bolsonaro de flexibilizar las reglas para portar y poseer armas de fuego puede agravar la problemática.

“La experiencia de Estados Unidos muestra que hay una correlación importante entre el aumento de la circulación de armas de fuego y el crecimiento de feminicidios”, dijo.

Este sábado, un hombre atropelló a su novia y la arrastró encima de su auto por 50 metros en Vargem Grande do Sul, Sao Paulo. El hombre fue arrestado tras el hecho y responderá a la justicia por intento de feminicidio.

La especialista alertó que discursos de líderes o figuras públicas como el de Bolsonaro —quien ha coleccionado insultos a las mujeres en su carrera— pueden “agravar el escenario y reforzar dinámicas machistas”.

Fuente: AP

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