Redacción PERÚ21

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Al fiel estilo de una película de terror, el encontró extremidades, genitales y hasta una cabeza de mujer cosida a un cuerpo de hombre, cual creación del Dr. Frankenstein, en un centro de venta ilegal de restos humanos en enero del 2014.

Una investigación realizada en para detectar casos de tráfico ilegal y venta de partes del cuerpo humano permitió que agentes del FBI encontraran restos en el Centro de Recursos Biológicos (BCR) en .

Ahora, testigos del FBI han revelado, por primera vez, detalles sobre aquel macabro negocio operado por Stephen Gore, quien se declaró culpable de usar de manera indebida los cuerpos humanos. 

Fue en octubre de 2015 cuando Gore se declaró culpable de diversos cargos federales, entre ellos el de operar un negocio ilegal, pero hasta esta semana fue sentenciado a cumplir una sentencia de un año de prisión diferida, cuatro años de libertad condicional y además deberá pagar USD 121 mil en restitución a las familias afectadas.

Según Reuters, los agentes encontraron 1.755 partes de cuerpos humanos en las instalaciones de BRC, llenando 142 bolsas de cuerpo con un peso total de 10 toneladas.

Escalofriante
En una declaración jurada de Mark Cwynar, un ex agente del FBI, aseguró que vio “varias escenas inquietantes” en el BRC, incluyendo “cabezas infectadas”, “un cubo lleno de cabezas, brazos y piernas” y una nevera “llena de genitales masculinos”, según reportajes del Arizona Republic y KTVK.

Además, Cwynar dijo que halló algo macabro colgando de la pared: la cabeza de una mujer cosida en el torso de un hombre, “al estilo de Frankenstein”.

Aquel Centro de Recursos Biológicos, ahora cerrado, se especializó en aceptar los cuerpos de las personas muertas y, a cambio, ofreció a sus familias recoger gratis los cuerpos y los restos cremados de las partes del cuerpo que la empresa no vendió.

Engañados
El testimonio de Cwynar salió a la luz como parte de una demanda de 33 personas que sostienen que BRC adquirió los cuerpos de sus familiares a través de “declaraciones falsas”. El demandante Troy Harp, quien entregó los cuerpos de su madre y abuela a BRC, le dijo a KTVK que creía que sería utilizado para investigaciones científicas. 

“Para investigar acerca del cáncer, la leucemia y cualquier otra cosa, utilizando células de muestra”, dijo Harp. “Eso es lo que me dijeron”.
Sin embargo, Reuters reporta que al menos 21 cuerpos donados a BRC fueron utilizados más tarde por el Ejército de los Estados Unidos para experimentos de explosiones, con la intención de estudiar los efectos de las bombas de carreteras.

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