Redacción PERÚ21

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Sahar Khodayari fue una mujer detenida por las autoridades de por cometer el ‘delito’ de vivir su pasión por el fútbol e ir a alentar al estadio a su amado equipo, Esteghlal, disfrazada de hombre para poder ingresar al estadio.

En Irán, existe la ley, para muchos absurda, que prohíbe el ingreso de mujeres a los estadios de fútbol. Pero esto no fue un impedimento para Khodayari, quien disfrazada de hombre, ingresaba a alentar a su club favorito.

Lamentablemente fue detectada y posteriormente detenida por las autoridades, quienes la sometieron a un juicio por el que iba a ser sentenciada a prisión por seis meses. Esta situación no fue soportada por Khodayari, quien en un acto de protesta, se inmoló prendiéndose en fuego.

A sus 29 años, la también conocida en las redes sociales como ‘Bluegirl’, debido a los colores característicos con los que vestía para alentar al equipo de sus amores, no consiguió sobrevivir a sus heridas y murió en el hospital.

Su inmolación desató toda clase de críticas y mensajes que lamentan el terrible desenlace. Hecho que se da en medio de los trabajos que la FIFA viene realizando con las autoridades iraníes para superar la prohibición de que las mujeres ingresen a los estadios para los juegos de hombres, una prohibición vigente desde la Revolución Islámica del país en 1979.

Khodayari murió el lunes en un hospital de Teherán después de sufrir quemaduras en el 90% de su cuerpo. Ella había estado usando un respirador desde que se roció gasolina frente al Palacio de Justicia Ershad de Teherán el 2 de setiembre, según el sitio web de noticias iraní Rokna, que publica en Irán con permiso del gobierno.

UNA MARTIR DEL FÚTBOL

Luego de enterarse que iba a ser juzgada por un tribunal revolucionario en Irán y encarcelada durante seis meses, ella optó por inmolarse en señal de protesta ante la absurda situación que estaba viviendo en un país con tradiciones y leyes muy restrictivas para las mujeres.

En marzo, Khodayari intentó colarse en el estadio Azadi de Teherán para ver a su equipo enfrentarse al club Al Ain de los Emiratos Árabes Unidos. Como en otros encuentros, ella se disfrazó de hombre usando una peluca azul y un largo abrigo del color de su club por el que obtuvo el apodo de la ‘Chica Azul’ (‘Bluegirl’). Sin embargo, la policía la arrestó después de un altercado.

Pasó tres noches en la cárcel antes de ser puesta en libertad en espera del caso judicial. Según los informes, regresó a la corte para recuperar su teléfono móvil incautado y escuchó que podría enfrentar la pena de prisión. Esta información no la soportó y optó por elegir el trágico final.

LE RINDEN HOMENAJE

Las noticias de su muerte rebotaron en Irán el martes, con tributos bajo el hashtag #BlueGirl.

El ex mediocampista del Bayern Múnich Ali Karimi, que jugó 127 partidos para Irán y ha defendido abiertamente la eliminación de esta prohibición, instó a los iraníes en un tuit a boicotear los estadios de fútbol para protestar por la muerte de Khodayari.

El jugador de fútbol iraní-armenio Andranik ‘Ando’ Teymourian, el primer cristiano en ser el capitán del equipo nacional de Irán y también jugador de Esteghlal, dijo en un tuit que en un futuro uno de los principales estadios de fútbol de Teherán debe ser nombrado Khodayari.

Por su parte, la legisladora Parvaneh Salahshouri llamó a Khodayari “La niña de Irán” y tuiteó: “Todos somos responsables”. Junto a estas muestras de indignación se sumaron miles más en las redes sociales, incluso por parte de otros equipos de fútbol como el Roma.

Pese a la ola de indignación, los partidos locales han continuado con la restricción. Las autoridades políticas y los clérigos chiítas tradicionales, que citan su propia interpretación de la ley islámica, creen en la segregación de hombres y mujeres en eventos públicos, así como en mantener a las mujeres fuera de los deportes masculinos.

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