La mision diplomatica de España en Rusia fue expatriada de Moscú este martes. Este dato fue confirmado por el diario ruso Izvestia en su pagina web. Desde el Ministerio de Asuntos Exteriores de España, se comenta que los diplomáticos declarados “personas no gratas” van en camino a Letonia, y de ahí tomarán un avión de vuelta a España. Solo les dieron una semana para marcharse de Rusia
Se trata de la deportación de diplomáticos españoles acreditados por Moscú más masiva desde el restablecimiento de relaciones diplomáticas en 1977. El gobierno les pareció correcto pagar con la misma moneda y pronto pidieron la expulsión de 25 diplomáticos rusos alojados en el país. Madrid los ha considerado una “amenaza para la seguridad de España”.
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España, como muchos otros países, han adoptado severas sanciones contra Rusia por la invasión de Ucrania, una de ellos siendo las expulsiones diplomáticas. El Ministerio de Relaciones Exteriores ruso tenía otra idea en mente, solo expulsando a la mitad de los diplomáticos, 12, además de 15 funcionarios españoles con pasaporte de servicio o personal administrativo. Lo que suma 27 en total.
Pero el cuerpo diplomático compuesto de los empleados no-diplomáticos no estuvieron de acuerdo. Por ejemplo, en el Consulado de Moscú, además del cónsul general adjunto y la cónsul (diplomáticos ambos), se van siete trabajadores españoles, que son casi la misma cantidad que se queda, con lo que el grueso de los empleados son ahora contratados locales rusos. Un evento similar, de expansión de personal local ruso, ocurrió en la Embajada y en el Instituto Cervantes.
Del personal diplomático se marcharon los asesores de Cultura, Turismo, Prensa y uno de los miembros de la Oficina Económica y Comercial. La medida también ha afectado al director del Instituto Cervantes de Moscú, Juan Carlos Vidal, que afecto este instituto gravemente debido a que hubo por la pandemia ausencia de actividades.
La salida de carretera es debido a que todos los aviones provenientes de la Unión Europea están prohibidos de sobrevolar sobre cielos rusos.
No obstante, España sí permitió en abril la llegada de un vuelo para repatriar a los diplomáticos rusos, aunque tuvo que regresar a Moscú dando un enorme rodeo para evitar el espacio aéreo europeo.