Redacción PERÚ21

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La policía de dispersó con gases lacrimógenos, arrojó chorros de agua y disparó balas de goma a miles de manifestantes que intentaron tomar este jueves el parlamento en Tiflis, después de que el legislador ruso Sergei Gavrilov hablase desde el lugar destinado al presidente de la asamblea, durante un evento internacional.

Alrededor de la medianoche local, la policía lanzó gases lacrimógenos a la multitud. Dejaron de hacerlo cuando muchos de los manifestantes abandonaron el lugar.

Cerca de 10.000 manifestantes rompieron el cordón policial para entrar en el parlamento y exigir al presidente de la legislatura que renuncie, según un periodista de la AFP. La policía respondió y disolvió a la multitud, pero varios manifestantes continuaron intentando entrar en el lugar.

Más temprano, decenas de miles de personas marcharon en el centro de Tiflis, pidiendo al presidente de la asamblea, Irakli Kobakhidze, que renuncie a su cargo tras el polémico discurso del legislador ruso.

El ministro del Interior, Guiorgui Jakaria, advirtió de que las fuerzas del orden emplearían todos los medios legales a su alcance en caso de que los manifestantes intentaran tomar por asalto la sede del Parlamento.

"Llamo a todo el mundo a respetar la ley. Lo que está ocurriendo aquí se llama asalto a las instituciones del Estado", dijo Jakaria después de que los manifestantes superaran un primer cordón policial y consiguieran acceder al patio del Parlamento.

Casi 70 personas -39 policías y 30 civiles- fueron atendidos en hospitales por lesiones infligidas durante los enfrentamientos de la noche, dijo David Sergeenko, asesor del primer ministro.

Los medios georgianos informan a su vez que entre los heridos hay varios periodistas que cubrían la manifestación opositora.

- El origen -

La protesta fue convocada por varias formaciones opositoras para protestar por la participación de una delegación parlamentaria rusa encabezada por el diputado Serguéi Gavrílov en la XXVI Asamblea General de la Asamblea Interparlamentaria Ortodoxa.

El detonante de la protesta, tal y como declararon sus convocantes, fue el hecho de que el parlamentario ruso se sentó en el sillón del presidente del Parlamento georgiano durante la ceremonia de apertura del evento, lo que fue interpretado como una ofensa por la oposición.

Georgia

Gavrilov apoya a los independentistas de las regiones georgianas de Abjasia y Osetia del Sur, sobre las que Georgia perdió control en la guerra de 2008 contra Rusia. El legislador también apoya al presidente ruso Vladimir Putin, una persona despreciada por muchos georgianos.

Georgia rompió relaciones diplomáticas con Rusia tras la guerra de cinco días que libraron en agosto de 2008 en la región separatista georgiana de Osetia del Sur y que concluyó con la victoria de las armas rusas.

Tras el cese de las acciones bélicas, Moscú reconoció a Osetia del Sur y a Abjasia, otra región separatista georgiana, como Estados independientes, territorios que para las autoridades de Georgia se encuentran desde entonces bajo la ocupación de Rusia.

La presidenta georgiana, Salomé Zurabishvili, criticó hoy las acciones de los opositores georgianos y señaló que "la división de la sociedad georgiana solo le conviene ahora a Rusia".

Zurabishvili agregó que los que las voces que llaman a la crispación interna, "con o sin intención de ello, están promoviendo la política de Rusia".

A su vez, el diputado Gavrílov aseguró en declaraciones a medios rusos que la protesta en Tiflis fue "preparada" de antemano y que el acto parlamentario fue utilizado en luchas políticas internas que buscan, en particular, el "cambio de poder" en el país.

Fuente: EFE / AFP / AP

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