El Gobierno español ha desplegado una intensa agenda internacional, en muchos casos para tomar decisiones en materia de inmigración. (Foto: EFE)
El Gobierno español ha desplegado una intensa agenda internacional, en muchos casos para tomar decisiones en materia de inmigración. (Foto: EFE)

El socialista destacó hoy el carácter "feminista, europeísta y social" de su Gobierno al cumplir este domingo sus primeros cien días en el poder, en los que ha enfrentado desafíos como la inmigración y el proceso independentista catalán.

En un vídeo difundido a través de Twitter, el presidente del Gobierno de España asegura que "este es un Gobierno que hace lo que dice" y anima a continuar con un "seguimos".

En estos cien días el Gobierno español ha desplegado una intensa agenda internacional, en muchos casos para tomar decisiones en materia de inmigración, como la acogida de los 630 inmigrantes del barco Aquarius el pasado junio, con las que quiere situar a España entre el grupo de países que pueden hacer que Europa adopte decisiones conjuntas y eficaces ante este reto.

Como aliados preferentes tiene al presidente de Francia, Emmanuel Macron, y a la canciller alemana Angela Merkel, con quien compartió un fin de semana en el Parque Nacional de Doñana (suroeste de España) en agosto.

Además, Sánchez realizó a finales de agosto su primera gira como presidente del Gobierno español por América Latina, que le llevó a Chile, Bolivia, Colombia y Costa Rica.

En su primer desplazamiento fuera de Europa, Sánchez respaldó a las empresas españolas y apoyó las negociaciones de paz entre el ejecutivo colombiano y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN).

En el ámbito interno Sánchez se ha volcado en su agenda social y en tender puentes al gobierno regional independentista de Cataluña, consciente de que los sólo 84 escaños (de un total de 350) con los que el grupo socialista cuenta en el Congreso son el principal obstáculo para agotar su mandato, en principio en 2020.

Esa minoría parlamentaria le ha llevado a tener que sacar adelante algunas de sus iniciativas mediante modelos legislativos con carácter de urgencia, como los Reales Decretos Ley, que le han valido las críticas de los grupos en la oposición, como el conservador Partido Popular (PP, centroderecha) y Ciudadanos (liberales).

También han acusado a Sánchez de actuar a la orden de los "independentistas y populistas" en pago por auparle al sillón presidencial en la moción de censura presentada por los socialistas contra el expresidente del Gobierno español Mariano Rajoy y de cambiar de criterio su gestión continuamente.

Con ese escenario, el Ejecutivo español ha tenido que dedicarse también a fondo a sentar las bases de un nuevo presupuesto con el que respaldar su agenda social, que incluye medidas contra la pobreza, la recuperación de la sanidad universal o la protección de la infancia.

Tras haber asumido para 2018 los presupuestos presentados por el anterior Gobierno del PP, encabezado por Rajoy, intenta ahora buscar apoyos para que prosperen los de 2019.

En eso tiene mucho que decir el líder de la formación de izquierda Podemos, Pablo Iglesias, quien sentó esta semana con el jefe del Ejecutivo español las bases de un acuerdo presupuestario imprescindible, pero no suficiente.

Por eso, el Gobierno español deberá entablar una negociación con otros grupos del Congreso, incluido los independentistas catalanes y vascos, cuyo voto, junto al de Podemos, auparon a Sánchez al poder en la moción de censura del pasado 1 de junio.

Si tiene éxito, puede alejarse el horizonte de las urnas, pero en caso contrario Sánchez deberá optar por convocar elecciones o prorrogar los heredados de Rajoy.

Entre líneas, él mismo dio la respuesta esta semana al asegurar que sólo tiene una opción que pasa por aprobar sus propios presupuestos. Es decir, sin ellos podría estar servido el adelanto electoral.

Si el Parlamento tiene la palabra en los presupuestos, también la tendrá en otra decisión cuya aprobación se antoja más fácil: la exhumación de los restos del dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos, el polémico conjunto monumental donde se encuentra enterrado desde su muerte en 1975.

También en el caso de la reforma de la ley de Memoria Histórica con la creación de una Comisión de la Verdad sobre la Guerra Civil española (1936-39) y la dictadura (1939-1975).

Sánchez ha tenido que abrir vías de diálogo con el gobierno regional de Cataluña, presidido por el independentista Joaquim Torra, en un momento marcado por las consecuencias de la declaración unilateral de independencia por parte del anterior Ejecutivo catalán, que culminó con la mayor parte de sus miembros en prisión preventiva por delitos como la rebelión y la sedición o fugados de la Justicia española en otras ciudades de Europa.

Con Sánchez llegó a España el primer Gabinete con más mujeres que hombres, pero también el ministro más breve, Máxim Huerta, elegido en como titular de Cultura y que dimitió una semana después de ocupar el cargo al conocerse que defraudó a Hacienda 218.000 euros.

En manos del presidente del Gobierno español está también decidir cuánto se prologará su legislatura, aunque, según dijo la portavoz del Ejecutivo, Isabel Celaá, "no resistirá más allá de lo razonable".

Con información de EFE.

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