En la primavera de 2017 los padres de Julen, el niño que toda España busca después de haber caído en un pozo de más de 100 metros de profundidad (y 25 cm de ancho), perdió otro hijo, Óliver, que tenía sólo tres años, según información del diario El País.
La trágica y súbita muerte del niño fue causada por un infarto fulminante, y sucedió cuando la familia paseaba en la playa. "Fue de repente, se quedó allí mismo", afirma Bienvenido Ariza, un comerciante del mismo barrio donde viven los abuelos de Julen. "Fue una tragedia muy grande para la familia", añade.
De acuerdo con el diario El Confidencial, el hermano mayor de Julen se desmayó en la calle, en compañía de su familia, el 23 de abril de 2017. El niño fue luego observado por un equipo de médicos que nada logró encontrar, 20 días más la tarde acabó por morir.
José y Victoria, los padres del niño desaparecido, son muy conocidos en la zona donde viven. Hace algunos años que viven en la zona de Playa Virginia, la punta oriental de Málaga, que se encuentra al pie de la sierra donde se encuentra Totalán.
Los vecinos destacan que esa tragedia marcó un antes y un después en su vida como pareja, sobre todo en el caso de "Vicky", como es conocida la madre de Julen. Todos quisieron mostrar su cariño a la familia e insisten en recordarle que "la esperanza es lo último que se pierde". "Ojalá suceda un milagro", reforzaron.
Fuente: El País / El Confidencial