Roma (Italia). El grupo Autostrade per l'Italia reafirmó hoy su convicción de que ha "respetado todas las obligaciones" relativas a la concesión de la autopista A10 cuyo viaducto se derrumbó en Génova (noroeste) el pasado 14 de agosto y provocó la muerte de 43 personas.
El Consejo de administración de la concesionaria (CDA) que pertenece al grupo Atlantia, que acaba de comprar junto a la constructora ACS la concesionaria española Abertis, se reunió hoy para dar una respuesta a la apertura por parte del Gobierno italiano del procedimiento para cesar la concesión de esa autopista.
El CDA "ha tomado nota de los elementos rebatidos en la carta del Ministerio de Infraestructuras y ha confirmado su propio convencimiento sobre el puntual cumplimiento de las obligaciones de la concesión por parte de la sociedad".
El Gobierno justificó su decisión al asegurar que Autostrade "que tenía la obligación de ocuparse del mantenimiento ordinario y extraordinario de la autopista A10", y de ello su responsabilidad en la tragedia por el derrumbe del puente.
La comunicación de la apertura de la retirada de la concesión fue realizada el 17 de agosto pasado y la sociedad tenía 15 días para contestar al Gobierno.
Por el momento, Autostrade anunció que movilizará un fondo de 500 millones de euros para ayudar a las familias afectadas por la caída de parte del viaducto ya que tendrán que abandonar sus casas para siempre.
Hoy informó de que ya se ha ocupado de ayudar a unas 200 de las 300 familias afectadas.
También comunicó que están avanzando en los proyectos para la demolición y construcción de un nuevo puente, aunque el Gobierno ya ha anunciado que difícilmente será Autostrade quien se encargará de levantarlo.
Con información de EFE.