Hay un lugar en el mundo, no tan lejos, donde la pereza tiene su día. Nos referimos al municipio colombiano de Itagüí, cercano a la ciudad de Medellín (noroeste), donde un centenar de personas celebra una "oda al descanso".
Cada año crece más el Día de la Pereza. "Es una avanzada cultural que proponemos en Itagüí para que las personas que quieran vengan a hacer pereza y a compartir con amigos", dijo a Efe el director de la Corporación Día Mundial de la Pereza, Juan Fernando Duque.
"Por el derecho a la pereza, todos a trabajar", se vocifera (sin pereza) en los principales parques del municipio. Los habitantes aprovecharon árboles para colgar sus hamacas y se pasearon en sus camas rodantes, donde también tomaron siestas, hablaron o leyeron algún libro.
La intención principal de los organizadores, además de presentar a la pereza como "una cualidad en lugar de un vicio", es promover un "ocio creativo" con actividades que invitan a "rescatar la lúdica". Necesitamos hacerle una oda al descanso en esta vida moderna, loca y tecnológica", dijo sobre esta celebración considerada Patrimonio Inmaterial de Itagüí.
"Disfrutar de un día de descanso es lo mejor. Por un día los itagüiseños somos reconocidos como perezosos, pero también somos fuertes para trabajar", dice Jhonny López, el dueño de una cama bautizada 'La Perezosa'.