El tiroteo reportado en la base aérea Andrews, en las afueras de Washington DC (Estados Unidos) y que es usada por el mandatario Barack Obama para sus viajes oficiales, resultó ser una falsa alarma.
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Todo empezó cuando surgieron informes de un pistolero activo y la misma base aérea Andrews —donde se encuentras todos los aviones presidenciales de Estados Unidos— reportaba todo lo que ocurría en tiempo real en su cuenta de Twitter.
En esta cuenta de Twitter se indicó que ordenaron a todo el personal que permaneciera en el interior de los edificios. Un segundo tuit señaló que el incidente estaba en curso en la instalación médica Malcolm Grow y que "equipos de primera respuesta están en el lugar actualmente". Rodney Smith, funcionario del complejo médico, dijo que estaba previsto un simulacro de tiroteo para el jueves por la mañana, pero luego le dijeron que se trataba de una situación "real".
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Detalló que estaba encerrado en el edificio y no tenía más información, salvo que el incidente se desarrollaba en uno de los dos edificios de la instalación médica y que él se encontraba en el otro.
Minutos después, la base aérea Andrews anuncio en Twitter que "el cierre de la base se ha levantado", pero informaciones periodísticas indicaron que alguien confundió un simulacro de tiroteo, que se realizó en el recinto, con un tiroteo real.