El alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, anunció que el próximo verano se cerrará la primera de las nueve instalaciones que componen la tristemente célebre prisión de Rikers Island.
El alcalde demócrata busca cerrar totalmente la prisión situada en medio del East River, conocida por su violencia endémica y sus antiguas instalaciones, que hoy alojan a 8,705 hombres, la menor población carcelaria desde 1982.
Sin embargo, comenzará por partes, y lo que cerrará primero será el centro de detención George Motchan, parte de Rikers y que alberga a 600 presos, precisó el martes el departamento de prisiones de la ciudad al dar la noticia.
"Cada día estamos tornando el sistema de cárceles de la ciudad de Nueva York más pequeño y seguro", escribió de Blasio en su cuenta de Twitter.
"Este es un paso importante en nuestro plan para cerrar Rikers Island y crear más instalaciones de estilo comunitario para servir mejor a las personas en custodia y a nuestro personal de prisiones que trabaja tan duro", añadió.
Expertos en derecho y criminología piden el cierre de esta cárcel desde hace años, a raíz de los incidentes casi diarios de violencia contra detenidos y guardianes, en parte debido a la lejanía de las familias de los presos.
La reducción de la criminalidad en Nueva York ya ha provocado una caída en el número de detenidos en la isla: el promedio diario pasó de 11.696 en 2013 a 9.756 en 2016 y a 8.705 al 1° de enero.
El alcalde estima que la tendencia continuará, con el objetivo de llegar a 5.000 en los próximos cinco años.
Alrededor del 80% de los detenidos en Rikers Island aguardan su proceso y no tienen condena.
Rikers Island es una de las cárceles más conocidas de Estados Unidos junto a Sing Sing (también en el estado de Nueva York), San Quentin en California y ADX en Colorado, apodada "la Alcatraz de las Rocosas".