Una mujer de Georgia, Estados Unidos, se enfureció tanto por el hecho de que le sirvieran una porción de papas fritas frías en un McDonald's que provocó una pelea en el local de comida rápida que terminó en disparos.
Lillian Tarver ordenó unas papas fritas para llevar en el local de comida rápida ubicado en Garden City. Poco después, regresó debido a que su pedido estaba frío, según informaron los empleados de la tienda y la policía a la estación de televisión local WTOC.
Al parecer, Tarver inició una ardiente discusión con uno de los empleados y el gerente del restaurante sobre su orden. "Tomó su bebida y nos la tiró a mí y al gerente, y luego procedió a venir detrás del mostrador", dijo la empleada Lynn Watson.
La situación luego descendió en una fuerte pelea con agresiones físicas entre la mujer y la empleada. "Cuando se agachó, la agarré del pelo y empecé a tirarla por el suelo", agregó Watson, según informa New york Post.
Después de un rato de pelea, Tarver salió a su auto y regresó con una pistola cargada, "ella vino a la parte trasera de la tienda caminando como, ya sabes, estaba lista para disparar", dijo Watson a la estación de televisión.
Según el informe policial, la mujer realizó un solo disparo antes de abandonar el restaurante, pero felizmente nadie salió herido. Todo parece indicar que se trató de un amedrentamiento.
Con la llegada de la policía, y tras recabar la información, Tarver fue arrestada después de que la policía la detuvo en su automóvil, cerca del McDonald's.
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