(Getty Images)
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Redacción PERÚ21

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Indignante. Un migrante mexicano llamado Rolando Ortiz asesinó a su hijo de dos años porque no lo dejaba dormir. El incidente se produjo el último miércoles 21 de febrero, en , .

De acuerdo a medios locales, el padre, de 37 años, habría regresado a su departamento tras una ardua jornada laboral nocturna en una fábrica. Él era el único que podía cuidar a Mateo, su bebé. Su esposa aún no salía de su trabajo, y sus otros dos hijos se encontraban en el colegio.

Ortiz, que ya estaba dispuesto a descansar, no pudo lidiar con el comportamiento de su bebé, que empezó a andar de un lado a otro por la casa.

Su cólera fue tanta que llevó a Mateo a la cocina y con un cuchillo le cortó la garganta. El corte fue muy profundo pues la médula espinal terminó cercenada, ocasionando que el bebé resultara decapitado.

Luego de perpetrar el asesinato, colocó el cuerpo de su menor hijo en una bolsa de basura y limpió la sangre con ropa sucia. Instantes después se comunicó con la hermana de su esposa y le contó lo que ocurrió.

Cuando escuchó que las sirenas de la Policía se acercaban a su departamento, Ortiz atinó a escapar a bordo de una camioneta, pero horas después pudo ser detenido en la ciudad de Kankakee. Las autoridades locales especulan que habría intentado escapar hasta su país, México.

Se supo que el viernes 23 de febrero, el padre aceptó su culpabilidad en el asesinato ante un tribunal, y que habría intentado quitarse la vida al hacerse cortes en las muñecas.