Era 24 de septiembre cuando desde uno de los andenes del metro de Wilshire/Normandie de Los Ángeles, en Estados Unidos, se escuchaba- mezclándose con el sonido metálico del tren sobre los rieles- una voz angelical interpretando ‘O mio babbino caro’, un pieza musical del compositor italiano Giacomo Puccini: era Emily Zamourka.
Uno de los agentes que resguardaba la estación la grabó mientras patrullaba y tanto él como los que vieron el vídeo, que traspasó fronteras, quedaron embelesados por la dulzura de la interpretación de esta mujer que, días después, se conoció que era una indigente que recorría esta y otros lugares para mostrar su arte y recabar unos centavos para sobrevivir.
Sin embargo, Zamourka, no es una aficionada más. Ella, de 52 años, es una cantante y música proveniente de Rusia que aprendió a cantar de niña viendo ópera en la televisión, y su pasión la llevó a aprender a tocar el piano y el violín cuando ya era adulta.
Con muchas ilusiones, la artista decidió abandonar su país e ir a Estados Unidos para cumplir el sueño americano, y pese a que se esforzó para alcanzar la independencia trabajando en asilos y restaurantes antes de dedicarse a la enseñanza de música un problema en su salud y las costosas facturas médicas terminaron dejándola en la bancarrota y sin casa lo que la orilló a salir a las calles para ganarse la vida tocando el violín y cantando.
Así transcurrió un tiempo hasta que nuevamente un mal momento la hizo perder la esperanza por un momento. Mientras hacía su recorrido diario, unos ladrones le robaron su violín de y lo destruyeron. Emily había perdido su único sustento, pero aún le quedaba su voz y eso nadie se lo podría robar.
EL PRECIO DE LA FAMA
Desde que el vídeo de Emily cantando el el metro se viralizó, la ayuda no ha dejado de llegar. Solo una semana después de su publicación, la cantante de ópera ya había recabado 50.000 dólares en una cuenta de crowfunding que creó un ciudadano inspirado por su talento. Incluso fue invitada a cantar en la apertura de Little Italy, evento que celebra la herencia italiana el estado donde vive Zamourka.
Ahora esta rusa se ha convertido en una celebridad local que- luego de millones de reproducciones en internet- ha conseguido una segunda oportunidad para volver a cumplir sus sueños y dedicarse a la música.