Un trabajador de un centro penitenciario en Nueva Jersey, Estados Unidos, fue sometido a una prueba de coronavirus y dio positivo, caso que ha elevado la preocupación de varios colectivos defensores de los derechos civiles quienes han pedido al presidente Donald Trump tomar medidas necesarias para evitar su propagación. Así lo informó el diario “The Guardian”.
El paciente es un miembro del personal médico de la Oficina para el Control de Inmigración y Aduanas en Elizabeth, Nueva Jersey, que representa el primer caso con la enfermedad del COVID-19 al interior de los centros de reclusión para inmigrantes.
Fue un vocero del Control de Inmigración y Aduanas quien confirmó el caso del paciente contagiado al diario “The Guardian”. Asimismo, anunció que no había más casos de coronavirus en el centro penitenciario.
Por su parte, los defensores de los inmigrantes y los expertos en salud pública han expresado su preocupación por el impacto del virus en los inmigrantes detenidos, ya que las enfermedades infecciosas han sido durante mucho tiempo un problema en las instalaciones del Control de Inmigración y Aduanas debido a las condiciones insalubres.
Aunque el Control de Inmigración y Aduanas asegura contar con un plan de protección de la fuerza laboral ante la pandemia, no se han especificado las medidas que deberían estarse tomando para proteger a los detenidos más allá de suspender las visitas sociales en todas las cárceles de inmigración.
El referido centro de detención en Elizabeth tiene una capacidad de 300 internos y actualmente cuenta con 195.