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Frank Caprio, el juez famoso por sentencias piadosas: 'Sipongo multa y se quedan sin comer, ¡soy una vergüenza!'

Desde 1985, Caprio impone veredictos tomando en cuenta si los juzgados pasan por alguna enfermedad, la muerte de un familiar, problemas económicos, entre otros factores humanos.

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(Caught in providence)
Fecha Actualización
En Providence, Rhode Island (Estados Unidos), la justicia se vive de una forma diferente y en gran parte se debe a Frank Caprio, juez famoso por sus piadosas y compasivas sentencias.
Con ochenta años, este magistrado es conocido por sus piadosas y compasivas sentencias, las cuales son transmitidas en televisión a través del programa 'Caught in providence'. 
Desde 1985, Caprio impone veredictos tomando en cuenta si los juzgados pasan por alguna enfermedad, la muerte de un familiar, problemas económicos, entre otros factores de los que ninguna persona está exenta. 
Pese a que sus casos no sean particularmente relevantes –muchos son infracciones de tránsito y otras faltas menores–, su nobleza, entre tanto desdén e indiferencia gubernamental, destaca. 
“Si yo no le creo a alguien que sí está diciendo la verdad y le pongo una multa de 200 dólares y esa noche no le alcanza para comer y no le alcanza para sus hijos, pues entonces ¡Soy una vergüenza!”,  
Esta vocación de Frank Caprio nació cuando un juez perdonó a su padre y evitó que vaya a prisión por agredir a otra persona bajo los efectos del alcohol en un partida de cartas. 
“Hace mucho tiempo mi abuela suplicó al juez para que no mandara a mi padre a prisión mientras él pedía disculpas. El juez me pidió que me acercara, como lo hago ahora con otros niños, y me dijo que enviaba a mi papá con nosotros porque consideraba que era un buen hombre que tuvo una mala noche. También me dijo que para él era más importante que mi papá siguiera trabajando para mantenernos. Este juez tuvo un profundo impacto en nuestras vidas”, confiesa. 
LA VERDADERA JUSTICIA
Recientemente, Frank Caprio recibió en su juzgado a Victor Coella de 96 años, a quien se le imputaban cargos por sobrepasar el límite de velocidad en una zona escolar. 
Al presentarse en la corte, el señor acusado señaló que cometió la infracción por una urgencia de su hijo con discapacidad, quien tiene que realizarse análisis cada 14 días por el cáncer que padece. 
"Sólo conduzco cuando tengo que hacerlo. (...) Lo llevo a hacerse análisis cada dos semanas porque tiene cáncer", indicó Coaella.
"¿Ves a este joven de allá? Es mi hijo (señalando a un hombre sentado) . Ahora, él me mira diciendo: Papá, cuando tengas 90 años, ¿me llevarás por ahí? Estás dando un mal ejemplo para tu hijo", respondió el juez.
Finalmente, Caprio perdonó al preocupado padre. "Escuche, señor, le deseo todo lo mejor. Le deseo lo mejor a su hijo y le deseo buena salud. Su caso es desestimado. Buena suerte y que Dios le bendiga", concluyó.