Sentenciado a toda una vida en prisión. Zachary Paul Koehn fue condenado a cadena perpetua luego de haber sido hallado culpable de la muerte de su hijo, quien fue encontrado muerto en el 2017 en Iowa (Estados Unidos) usando un pañal infestado de gusanos.
El juez Richard Stochl condenó a Zachary Paul Koehn (29) a cadena perpetua sin opción a libertad condicional por el asesinato en primer grado del pequeño Sterling Koehn de 4 meses.
En agosto de 2017, paramédicos hallaron al menor en una habitación oscura. La autopsia reveló que el bebé había fallecido de desnutrición, deshidratación y una infección por E. coli, causada por las heces fecales que había en el pañal que llevaba puesto, el cual atrajo moscas que pusieron huevos de los que nacieron gusanos.
Las pericias determinaron que el bebé permaneció en dichas condiciones por dos semanas.
El fiscal general adjunto de Iowa, Denise Timmins, reveló el periódico Des Moines Register que los padres dejaron que el menor "se pudriera en esa habitación. Lo dejaron allí para que muriera”.
Cheyanne Harris, de 21 años y madre del bebé, será juzgada por el mismo delito en enero de 2019.