El dolor de perder a un hijo no se le desea a nadie. Pero esta experiencia puede ser aún más traumática para los padres si se vive por segunda vez. Esta parece ser el calvario que viven José Rosello y Victoria García.
Ellos son los progenitores de Yulen, de dos años y medio, quien cayó en un pozo de 110 metros de profundidad y 25 centímetros de ancho el pasado domingo en Málaga, España. Las autoridades hacen todos los esfuerzos posibles para que el rescate resulte exitoso.
Sin embargo, la pareja tiene un agregado que vuelve el momento más trágico: el 23 de abril de 2017 ya habían perdido a otro hijo. Se trata de Oliver, quien sufrió un infarto cuando paseaba por la playa de El Palo, barrio en el que reside la familia.
Los vecinos contaron a 'El País' que la pareja ya ha sufrido mucho con la muerte de Oliver y que todos lamentan la desaparición de Yulen y mantienen la esperanza de rescatarlo con vida.
Los padres están recibiendo asistencia psicológica de Protección Civil y no se mueven del lugar donde se presume se encuentra atrapado el menor.
Más de cien miembros de diferentes equipos de rescate luchan contra el tiempo para hallar al niño con vida. "Continúan las labores de los servicios de emergencia para acceder al fondo del pozo donde a primera hora de la tarde del domingo cayó un niño de dos años en Totalán", escribieron esta mañana en Twitter.