Un hombre llevó la cenizas de su esposa fallecida, cien euros como pago de una consulta y unos jabones para limpiar la conciencia del Centro de Salud de Lugones, en España. De esta manera, denunció la pésima atención que su pareja recibió en el nosocomio antes de morir, el pasado lunes 05 de agosto.
Con este gesto, Germán Castellanos hizo público el trato del médico que atendió a su esposa, María Luisa Amores Blanco (61), quien llegó al hospital quejándose de dolores de cabeza, pero el médico no quiso atenderla porque no tenía cita previa. Tres horas después murió.
"Vinimos por Urgencias para no tener que pasar por el protocolo del hospital, pero él (en referencia al doctor), se molestó muchísimo porque teníamos que haber pedido una cita, así que la mandó para casa sin mirar", sostuvo Castellanos.
Está pendiente la autopsia de la fallecida que determinará cuál fue la causa de su muerte, pero el viudo, con su denuncia, solo intenta reivindicar que merecían un trato humano.
El médico denunciado, por su parte, intentó conversar con Germán Castellanos, pero este se negó. "Él quería que pasara a su despacho, le entregué las cosas y le ofrecí que lo que me quería decir lo dijera delante de toda la gente", contó.
Los profesionales del centro de salud así como de la Consejería de Salud no ofrecieron una versión oficial en torno al hecho.
Germán Castellanos y su esposa planeaban viajar por el mundo ya que solo un día de su muerte, se había jubilado. "Teníamos la vida resuelta para marchar y ahora todo se desmorona", indicó Navarro e indicó que era su mujer "quien llevaba todo en la casa".
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