Redacción PERÚ21

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El juicio que muchos españoles esperaban, el de (50 años), hermana del rey —acusada en uno de los mayores escándalos de corrupción que sacuden — comenzó este lunes.

Infanta Cristina escuchó muy seria la lectura de los cargos junto a los otros 17 acusado, pero inmediatamente su defensa solicitó que no sea procesada.

Una hora después de la apertura del proceso su defensa aseguró, citando jurisprudencias precedentes, que la infanta Cristina no puede ser juzgada si únicamente la acusa la acción popular, una figura específica del derecho español, según su abogado Jesús María Silva.

"La única respuesta judicial posible para la infanta es el archivo", se alineó con él el fiscal, Pedro Horrach.

ACUSACIONESLa segunda hija de Juan Carlos I está acusada de dos delitos fiscales en relación con la presunta malversación de 6 millones de euros de dinero público por su marido, , y un exsocio de éste, Diego Torres.

Urdangarin —47 años, exmedallista olímpico de balonmano— y Torres están acusados de inflar contratos firmados entre 2004 y 2006 por una entidad sin ánimo de lucro que dirigían, el Instituto Nóos, con los gobiernos regionales de Baleares y Valencia.

Después, esos beneficios fueron supuestamente desviados a varias empresas pantallas encabezadas por Aizoon, propiedad de Cristina y su esposo. El fiscal pide para ellos 19,5 años y 16,5 años de cárcel respectivamente.

La hermana del rey enfrenta una petición de pena de 8 años pero únicamente por parte de una acusación popular —la asociación ultraderechista Manos Limpias—, dado que ni la fiscalía ni la Hacienda pública actuaron contra ella.

La infanta Cristina siempre ha defendido desconocer los negocios de Urdangarin y haber confiado ciegamente en su marido, del que se negó a divorciarse pese a la presión de una Casa Real determinada a limitar los daños en la ya maltrecha imagen de la monarquía.

La pareja vive desde 2013 en un exilio dorado en Ginebra junto a sus cuatro hijos, de entre 10 y 16 años.