Mariano Rajoy, presidente del Gobierno Español, manifestó que esta captura significa para ETA "su disolución incondicional". Por su parte, el ministro del Interior de España, Jorge Fernández Díaz, declaró que esta detención es "el acta de defunción" del grupo armado independentista que, desde su creación en los años sesenta, ha causado la muerte de, al menos, 800 personas.