Katrina Mullen, Shariya Small y sus trillizos (Foto: Facebook/ Katrina Mullen )
Katrina Mullen, Shariya Small y sus trillizos (Foto: Facebook/ Katrina Mullen )

Katrina Mullen es una enfermera de la neonatales (UCIN) que vio en Shariya Small a una de trillizos visitar a sus hijos todos los días sin ninguna otra compañía ni apoyo familiar. Ante esto y después de mucha resistencia de la menor, la pudo adoptar y ayudarla a vivir mejor.

El Hospital Comunitario del norte de Indianápolis fue testigo de una historia de empatía y ayuda desinteresada hacia una madre adolescente que apenas cursaba el segundo grado de secundaria y que se quedó sola con tres hijos que nacieron con tan solo 26 semanas de gestación.

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Al comienzo, Shariya no vio con agrado las aproximaciones de Katrina y siempre permaneció sola en la UCIN, esto hasta que la enfermera le contó que ella también había sido madre adolescente y que, inclusive, había tenido que dar en adopción a su hijo. Esa confesión cambió todo entre ellas y, a partir de entonces, ambas comenzaron a unirse en un lazo que iría mucho más allá de la labor médica.

Katrina Mullen convenció a Shariya Small de mudarse a su casa y, después de 668 días de convivencia, la enfermera pudo adoptar oficialmente a la adolescente en febrero: “El trabajador social me dijo que ella y sus bebés estaban siendo sacados de la casa, pero luego agregó que Shariya dijo que le gustaría vivir conmigo”.

Hoy, la joven madre adolescente afirmó que quiere seguir una carrera en trabajo social, mientras su nueva madre dijo que ella va a tener una “experiencia universitaria y algunas aventuras a medida que se convierte en una mujer y madre fuerte”.


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