La suerte está casi echada. Hoy 33 millones de argentinos acuden a las urnas para elegir un nuevo presidente por cuatro años y, si las encuestas no se equivocan, , ex jefe de gabinete de Néstor Kirchner y quien tiene en su fórmula a la expresidenta Cristina Fernández, ganará holgadamente en primera vuelta, logrando el regreso del peronismo a la Casa Rosada.

En las elecciones primarias del 11 de agosto, Fernández logró una victoria arrasadora de 16 puntos de diferencia sobre su principal contendor, el presidente Mauricio Macri, quien tienta la reelección. Ahora las encuestas dan a Fernández una ventaja de más de 20 puntos y, aunque inicialmente Macri lució resignado ante los resultados, en los últimos meses de campaña ha logrado revertir esa imagen y no ha bajado la guardia frente al kirchnerismo. Empero, solo un milagro podría hacer que llegue a la segunda vuelta.

DESASTROSA HERENCIA

Es que el gobierno de Macri ha sido muy accidentado. Pese a que llegó al poder prometiendo que sus políticas favorables al mercado arreglarían la economía argentina, una serie de errores lo llevaron a otro rescate del Fondo Monetario Internacional (FMI), logrando lo que pocos creían posible: que la economía estuviera peor que cuando la heredó en 2015 de Cristina Fernández.

La economía argentina está actualmente en una profunda recesión: la inflación está en 55% anual, la pobreza extrema creció al 36%, miles de millones de dólares han salido del país, la moneda se ha devaluado casi en 500% y Argentina no puede pagar su deuda externa de 315 mil millones de dólares. El vencedor de los comicios heredará, sin duda, uno de los más grandes desastres económicos.

Eduardo Levy Yeyati, decano de la escuela de gobierno de la Universidad Torcuato Di Tella en Buenos Aires, señaló al Financial Times que “es muy poco lo que un nuevo gobierno puede hacer sin un acuerdo con el FMI y la reprogramación de la deuda”. El problema es que, con Fernández como probable vencedor, la situación es incierta, pues el peronista ha sido muy crítico con el FMI durante su campaña.

Pero sin duda el desafío más grande para Fernández será definir su relación con Cristina, pues aunque la expresidenta enfrenta 13 acusaciones por corrupción, sigue siendo una figura muy popular, especialmente entre los que se beneficiaron de sus políticas sociales y se cree que es quien conducirá el gobierno.

JUAN VELIT: “NO SE VE FUTURO PROMISORIO”

El triunfo de Alberto Fernández traerá aparejado un probable alejamiento de los inversionistas extranjeros del mercado argentino, pues se ve con mucho temor que Argentina vuelva a enrolarse en esta suerte de países populistas que alternan con Venezuela, Nicaragua, Bolivia y los grupos que han estado defendiendo la tesis del Foro de Sao Paulo.

Aunque no creo que exista una conspiración de la izquierda para tomar el poder en Latinoamérica, el regreso de esta ideología a Argentina, con las políticas populistas del kirchnerismo, no avizora un futuro promisorio, sino negro y oscuro. Hay que ver cómo se despejan los nublados, pero de pronto se pueden ver conflictos y grandes marchas de poblaciones, exigiendo reivindicaciones sociales, tal como ocurre en Chile.

Pese a que todo apunta a que Cristina Kirchner manejará el gobierno, Fernández es un hombre de carácter fuerte, no es un personaje que se dejará pisotear con facilidad. Hay que ver si tendrá la autonomía y libertad suficientes para conducir por sí mismo la nave argentina.

TENGA EN CUENTA:

* El nerviosismo por el posible retorno del peronismo hizo que la gente se agolpara a comprar dólares, moneda que subió a un valor récord de 65 pesos por unidad.

* Corre el rumor de un feriado bancario y cambiario para el lunes y el martes.

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