An Iranian woman wearing a protective mask checks a message on her smart phone in the Iranian capital Tehran on March 2, 2020, following the COVID-19 illness outbreak, which Iran says has claimed 66 lives out of 1,501 cases of infection in the Islamic republic since February. - The novel coronavirus has sparked intense debate in Iran between ultra-conservative Shiite clerics and the government on how to most effectively tackle the deadliest outbreak of the disease outside China. (Photo by ATTA KENARE / AFP)
An Iranian woman wearing a protective mask checks a message on her smart phone in the Iranian capital Tehran on March 2, 2020, following the COVID-19 illness outbreak, which Iran says has claimed 66 lives out of 1,501 cases of infection in the Islamic republic since February. - The novel coronavirus has sparked intense debate in Iran between ultra-conservative Shiite clerics and the government on how to most effectively tackle the deadliest outbreak of the disease outside China. (Photo by ATTA KENARE / AFP)

Una investigación realizada a mediados de febrero por la organización sin fines de lucro Kaiser Family Foundation mostró una llamativa disparidad entre los grupos raciales que se han vacunado en En Texas, donde las personas que se identifican como representan el 42% de la población, solo el 20% de las se habían destinado a ese grupo. En Mississippi, donde las personas negras conforman el 38% de la población, recibieron el 22% de las vacunas.

Según un análisis de The New York Times, la tasa de vacunación para estadounidenses negros es la mitad de la tasa de las personas blancas y la brecha con los estadounidenses hispanos es incluso mayor. Y esto tiene que ver con la influencia de noticias falsas o fake news.

De acuerdo con Kolina Koltai, investigadora de la Universidad de Washington que estudia teorías conspirativas en línea, la creencia de que los médicos tienen el interés de experimentar con ciertas comunidades está profundamente enraizada entre ciertos grupos.

Lo que en principio podría percibirse como una priorización de las comunidades de color por parte de los médicos, en realidad, se ve en línea como: ‘Ay, esos doctores quieren que vayamos primero para ser conejillos de indias’. He visto gente en Facebook, Twitter, YouTube —entre otras redes— que dicen que los códigos [de vacunación] son un modo de obligar a las comunidades de color a vacunarse como un experimento”, manifiesta Koltai a The New York Times.

Acciones

Facebook dijo en febrero haber intensificado sus esfuerzos para frenar la propagación de informaciones falsas o engañosas sobre las vacunas contra la COIVD-19 y, en su lugar, difundir hechos probados.

Las redes sociales son el espacio preferido para las teorías de conspiración. (Foto: Miguel SCHINCARIOL / AFP)
Las redes sociales son el espacio preferido para las teorías de conspiración. (Foto: Miguel SCHINCARIOL / AFP)

Con ese fin, reporta la agencia de noticias AFP, ha comenzado a prohibir grupos que publican sistemáticamente información errónea y desacreditan las afirmaciones ciertas sobre el virus y las vacunas. Esta lista incluye afirmaciones de que el coronavirus fue creado por personas o que es más seguro contraer el virus que darse la vacuna. También figuran afirmaciones falsas de que las vacunas son tóxicas o causan autismo, un argumento clásico de los antivacunas.

La información desacreditada sobre las vacunas o la pandemia ya está prohibida en los anuncios publicitarios de la red social.

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