El 10 de junio de este año, Christopher Miller se ahorcó con un cable de computadora en la habitación N°11 del hostal 'Killary', en Máncora. Casi un mes después, su cuerpo sigue en la morgue y su madre, en Estados Unidos, no puede recuperarlo.
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Según Fox News, Christopher estaba aquí en el Perú ayudando a tratar pacientes de Sida.
Pero, ¿por qué el cuerpo de Miller no vuelve a casa? Pues según Larissa Puryear, su madre, quien desde hace más de tres semanas trata de recuperarlo, es porque los pedidos de dinero que le hacen las autoridades peruanas son demasiado altos.
La familia de Miller le ha escrito correos a congresistas, funcionarios del Departamento de Estado, figuras políticas peruanas y otros, pero nadie respondía.
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¿Cuál fue el problema? Pues que efectivos policiales han tomado posesión del cuerpo para iniciar una investigación por presunto homicidio, pese a que Miller mismo publicó una carta de despedida en Facebook y también se comunicó con varios amigos antes de suicidarse diciéndoles que se sentía mal.
Lo curioso es que las pertenencias de Miller han desaparecido misteriosamente de la investigación. Y no solo eso: la empresa funeraria cobró US$5 mil para recoger, transportar, cremar y enviar las cenizas, pese a que el fiscal Gustavo Garay bloqueó la repatrición al abrir esta investigación. No obstante, el monto ya fue pagado.
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Encima, los encargados de la custodia del cuerpo en la morgue le han informado a la familia que deben pagar US$17 por cada día que el cuerpo sigue en la congeladora.
A la madre de Miller le quedan dos opciones: viajar a Perú, reconocer el cuerpo y llevárselo (lo que le cuesta US$2,500 o más) o enterrarlo temporalmente en Lima para ser exhumado dentro de un año (que costará US$1,000 más).