Un grupo de altos funcionarios del círculo cercano del presidente de Bolivia, Evo Morales, se encuentra bajo investigación de las autoridades de EE.UU. de acuerdo a documentos judiciales obtenidos por un informante de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), a los que tuvo acceso la agencia de noticias Efe.
Según el legajo judicial, entre los investigados por narcotráfico se encuentran Walter Álvarez Agramonte, piloto del avión presidencial; Faustino Giménez, ciudadano argentino que trabaja en Bolivia en temas de minería y quien mantiene una amistad cercana con el vicepresidente Álvaro García Linera; Raúl García, padre del vicepresidente boliviano; Yidua Katty Orosco Torres, también conocida como 'Katy Alcoreza', agente de los servicios de inteligencia y espionaje, y dedicada a proteger a Evo Morales; y un fiscal cuyo nombre no se conoce.
La información sobre esta investigación fue develada por Carlos Toro, informante para la DEA entre 1986 y 2015, quien interpuso una demanda contra el gobierno estadounidense por US$5 millones para que reconozca su participación en diferentes investigaciones en el "caso Bolivia".
Al ser consultado por estas acusaciones, un portavoz de la DEA rechazó realizar algún comentario sobre la demanda y la supuesta investigación que se sigue a los funcionarios de Bolivia.
En el 2008, Evo Morales expulsó a agentes de la DEA que se encontraban en Bolivia y al entonces embajador de EE.UU. en La Paz, Philip Goldberg. El mandatario los sindicó de formar parte de un plan de conspiración contra su gobierno.
El lunes pasado, la Casa Blanca publicó un informe en el que acusaba a Bolivia, junto con Venezuela y Birmania, de no haber cumplido en los últimos doce meses con su compromiso de luchar contra el tráfico y producción de drogas.
Como respuesta, Morales señaló que la lucha antidrogas de EE.UU. es un "rotundo fracaso en el mundo" y defendió que una parte de la producción en Bolivia de la hoja de coca esté destinada al consumo tradicional.
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