El alcalde de Los Ángeles (Estados Unidos), Antonio Villaraigosa, firmó hoy la ley que obliga a los actores de la industria pornográfica a usar condones, una medida que fue bien recibida por los activistas que luchan para reducir las infecciones de sida.
Los legisladores de la ciudad californiana votaron a favor de la ley a principios de enero, en la batalla contra la multimillonaria industria estadounidense del cine porno, que tiene su radio de acción básicamente en California. En particular, la medida fuerza a las productoras a pagar una tarifa que permita cubrir los costos de inspeccionar los sets de filmación.
La Fundación para la Atención Médica del Sida (AHF en sus siglas en inglés), que desde hace tiempo ha hecho campaña a favor del uso de preservativos en los sets, reunió suficientes firmas para forzar al concejo municipal a aprobar la ordenanza, o de lo contrario, tendrían que haber organizado un costoso referéndum.
El presidente de la AHF, Michael Weinstein, felicitó al alcalde Villaraigosa por haber dado el paso final para convertir el texto en ley y dijo que "éste es un gran día para Los Ángeles, un gran día para los actores y un gran día para el sexo seguro".
"Si se le quita todo el griterío y el drama (de la industria porno), se observa que es un asunto de salud pública", dijo, y añadió que desconocía si en alguna otra ciudad en Estados Unidos existiera una ordenanza similar.
Sin embargo, Nina Hartley, una enfermera registrada y una reconocida actriz porno desde 1984, arremetió contra la decisión de la comuna californiana.
Hartley argumentó que para realizar una toma en una película XXX es necesario mantener relaciones sexuales que duren entre 30 y 60 minutos, y que usar un condón por tanto tiempo puede causar irritaciones que derivan en un mayor riesgo de contraer enfermedades venéreas. "Es un desastre para la salud y la seguridad. Yo sé que se ve diferente desde afuera, pero no funcionará", señaló la actriz
La industria debió suspender sus actividades por unas semanas el año pasado cuando se detectó que un actor era portador del VIH, el virus que genera el sida.
Film L.A., la entidad que emite permisos a los estudios que trabajan en la ciudad, informó que alrededor del 5% de los 45,500 días de permiso que emite por año son para la industria porno.