Un nuevo tiroteo causó conmoción en Estados Unidos. Esta vez fue en la localidad de Bakersfield, en California, donde un hombre armado abrió fuego y mató a cinco personas, incluyendo a su esposa, y luego se suicidó.
"Tenemos seis muertos, uno es el sospechoso y cinco son víctimas", indicó el teniente Mark King, de la oficina del sheriff del condado de Kern. "Creemos que posiblemente se trata de un incidente de violencia doméstica", afirmó.
El hecho se registró la noche del miércoles en una empresa de transporte. "Cuando los oficiales respondieron a los llamados de emergencia encontraron tres víctimas del tiroteo y el sospechoso había huido", explicó King.
En una rueda de prensa, citada por la prensa local, el sheriff Donny Youngblood dijo que uno de estos tres fallecidos fue testigo del asesinato de su esposa y un hombre.
El sospechoso se dirigió entonces hasta una residencia, donde enfrentó a una pareja, que terminaron también muertos a tiros. Luego secuestró un auto con una mujer y un niño, que lograron escapar a salvo.
"A las 5:54 pm [01h54 GMT del jueves] el vehículo se encontraba frente a un negocio. El sospechoso notó que un oficial se paró frente a ese local y entonces se disparó", señaló King.
"Nuestros detectives tienen cinco diferentes escenas de crimen. Estamos entrevistando a cerca de 30 testigos", agregó el portavoz, quien indicó que el sospechoso usó un arma de gran calibre.
El incidente es un nuevo capítulo en la epidémica violencia con armas de fuego que asola a Estados Unidos.
Los estadounidenses componen el 4% de la población mundial, pero concentran el 40% de las armas de fuego, según un estudio reciente del Instituto Universitario de Altos Estudios Internacionales de Ginebra.
(Con información de AFP)