En una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, la embajadora estadounidense Nikki Haley señaló que el líder norcoreano Kim Jong Un está "suplicando por una guerra". "La guerra nunca es algo que Estados Unidos quiera. No la queremos ahora. Pero la paciencia de nuestro país no es ilimitada", añadió.
Haley destacó que Estados Unidos hará circular una nueva resolución sobre Corea del Norte esta semana y dijo que espera que se vote el próximo lunes.
Rusia y China, importantes aliados comerciales de Corea del Norte, pidieron que la crisis se resuelva pacíficamente. "China nunca permitirá caos y guerra en la Península (de Corea)", dijo Liu Jieyi, enviado de Pekín ante la ONU.
Rusia, por su parte, señaló que la paz en la región está en juego. "Un acuerdo amplio del tema nuclear y de otros que generan preocupación en la Península de Corea solamente puede lograrse a través de los canales diplomáticos", sostuvo el embajador de Moscú ante la ONU Vassily Nebenzia.
Estados Unidos remarcó que los países que tienen relaciones comerciales con Corea del Norte colaboran con sus "intenciones nucleares peligrosas", mientras el Consejo de Seguridad de la ONU evaluaba nuevas sanciones contra el aislado país, que dio señales de planear nuevos ensayos con misiles.
Corea del Sur informó que estaba en conversaciones con Estados Unidos sobre el despliegue de portaaviones y bombarderos en la Península Coreana tras el sexto ensayo nuclear de Pyongyang, el mayor hasta ahora.
Corea del Norte aseguró, el domingo, que había probado una bomba de hidrógeno avanzada para un misil de largo alcance, lo que provocó la advertencia de una "respuesta militar masiva" de Estados Unidos si se amenaza a Washington Unidos o sus aliados.