La española que superó el ébola tras convertirse en la primera persona en contagiarse fuera de África pide 300,000 euros (casi US$375 mil) de indemnización por haber sido difamada y por la muerte de su perro Excalibur, al que las autoridades sacrificaron con la oposición de su marido cuando ella fue aislada.
Los abogados de Teresa Romero informaron que la auxiliar de enfermería exige ante los tribunales 150,000 euros (cerca de US$188 mil) al máximo responsable de la Sanidad de Madrid, Javier Rodríguez, por acusarla de haber mentido sobre su contagio cuando ella luchaba por su vida contra el ébola.
Romero, que abandonó definitivamente el hospital la semana pasada, pide además la misma suma por el sacrificio de su mascota. Estima que las autoridades ordenaron la muerte del can sin averiguar antes si era portador del virus.
En Estados Unidos, el perro de la enfermera Nina Pham que se contagió con el virus más o menos en el mismo tiempo no fue sacrificado. La española pretende destinar el dinero que reclama a asociaciones protectoras de animales.
Romero se infectó al cuidar del último de los dos religiosos que España repatrió con el virus desde África. Ambos repatriados murieron.
En el caso de Romero, los médicos anunciaron su curación el 21 de octubre, pero decidieron mantener a la enfermera en aislamiento hasta que eliminara todo resto del virus de los fluidos corporales.