Nicolás Maduro Moros (Caracas, 1962) fue miembro de la banda de rock Enigma, militante juvenil de partidos políticos socialistas, conductor de transporte público, sindicalista, diputado, canciller, vicepresidente de Hugo Chávez y hoy es presidente de la República Bolivariana de Venezuela.
Con un alto nivel de desaprobación de 75%, el chavista gobierna un país afectado por una crisis que se manifiesta en violentas protestas y represión, persecución a opositores, intervención a instituciones que le son incómodas, ejecuciones extrajudiciales, la hiperinflación más alta del mundo, escasez de alimentos y medicinas, y altas tasas de migración de venezolanos a otros países como el nuestro. Una grave situación por la que se le señala como el principal responsable.
Pese a ello, el confrontacional y polémico gobernante ha oficializado su candidatura para las elecciones presidenciales del 22 de abril y su probable asistencia a la VIII Cumbre de las Américas (13 y 14 de abril) al Perú, país desde donde se le ha criticado directamente en los últimos dos años.
Esta posible visita ha generado un debate en nuestro país sobre si debe permitirse o no su presencia en esta reunión internacional. Un foro ideal para que los mandatarios discutan sobre temas como gobernabilidad democrática, corrupción, desarrollo sostenible, cooperación e institucionalidad internacional. Espacio adecuado para tratar el drama de Venezuela, país atrapado en una tragedia que se llama chavismo.