Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Washington. El presidente partió este martes rumbo a Estados Unidos, tras una visita de estado de cuatro días en Japón, donde fue el primer líder extranjero en reunirse con el nuevo emperador Naruhito.

Antes de partir, Trump se despidió del emperador Naruhito y se trasladó a una base militar para cerrar una visita cargada de simbolismo que reafirmó la influencia de Washington en Asia.

Trump y su esposa Melania viajan a bordo del avión presidencial, el Air Force One, que partió del aeropuerto de Haneda y hará una escala técnica en Alaska antes de aterrizar en la capital estadounidense.

Acompañado de su esposa Melania, Trump fue el primer mandatario extranjero en reunirse con el nuevo emperador japonés, un honor que según el primer ministro, Shinzo Abe, destaca los profundos lazos económicos y estratégicos entre los dos países.

En realidad, hubo poca substancia en la visita, que se inició el sábado e incluyó un partido de golf entre Trump y Abe, y la participación del líder estadounidense en un popular torneo de sumo, al entregar al campeón el enorme trofeo.

Las espinosas negociaciones sobre el intercambio comercial han sido puestas de lado hasta después de las elecciones legislativas que Japón realizará en julio.

— Actor importante en Asia —

Pero por sobre todas las cosas, la presencia de Trump en Japón de los enérgicos esfuerzos de Abe por halagarlo, en momentos de creciente poderío de China, mostró que Estados Unidos sigue siendo un actor de primer plano en Asia.

Por esto, Trump cerró su viaje con una clara demostración de musculatura, al visitar la base naval estadounidense de Yokosuka, el navío portahelicópteros japonés JS Kaga, y el navío estadounidense de combate USS Wasp.

En una jornada en que los estadounidenses celebran la memoria de sus muertos en guerras, Trump deja claro que Japón ya no es el enemigo de la Segunda Guerra Mundial y ahora es parte esencial de la presencia de Estados Unidos en el Pacífico.

Pero la alianza militar también tiene un fuerte aspecto comercial, como el propio presidente mostró el lunes al confirmar que Japón planea comprar nada menos que 105 aviones de combate F-35.

"Esta compra le dará a Japón la mayor flota de F-35 entre todos nuestros aliados", dijo Trump.

— Banquete y despedida —

Naruhito ascendió al Trono del Crisantemo a inicios de mayo luego de la salida de escena de su padre, Akihito, en la primera abdicación de la corona japonesa en dos siglos.

Naruhito recibió a Trump dos veces el lunes en el Palacio Imperial en Tokio, primero en la mañana para un encuentro protocolar, y en la noche para un espectacular banquete.

Trump y el emperador japonés hicieron brindis a la amistad entre los dos países, y el mandatario estadounidense hasta se animó a pronunciar unas pocas palabras en japonés.

Antes de abandonar Tokio, este martes, Trump y su esposa Melania se comunicaron telefónicamente con el Emperador para despedirse.

La Casa Blanca se limitó a informar que se trató de una "llamada de despedida", pero no se divulgaron detalles del contenido.

Aunque la visita fue diseñada para mostrar la extraordinaria afinidad entre los dos gobiernos, tuvo su momento difícil el lunes, cuando Trump abiertamente contradijo al primer ministro Abe y hasta a sus propios asesores.

Trump insistió que en que no consideró los recientes ensayos misilísticos de Corea del Norte como violatorios de resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, o que siquiera representen una amenaza.

"Algunos de mis asesores piensan que pudo haber habido una violación... Yo lo veo como un hombre que quizá busca atención", manifestó Trump, en referencia al líder norcoreano Kim Jong-un.

Fuente: AFP