Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, propuso una reforma migratoria que permitiría acceder a la ciudadanía estadounidense a 1,8 millones de ilegales que llegaron al territorio norteamericano de niños.
Actualmente, estos indocumentados pueden trabajar y están protegidos de la deportación por el programa DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia), cuya vigencia expira en marzo por orden del mandatario.
Ante esto, Trump ofrece la oportunidad de otorgarles la ciudadanía a estos ilegales a cambio de utilizar 25 millones de dólares para construir el muro fronterizo con México y reforzar la seguridad limítrofe con otros países.
De concretarse esta ley, estos indocumentados podrán a acceder a la ciudadanía estadounidense en unos diez o doce años, si cumplen con algunos requisitos como: contar con trabajo, educación y "un buen comportamiento moral".