A veces las bromas pueden salirse de control. Un grupo de amigos estadounidense se juntó y decidió crear una criptomoneda basándose en un meme. No imaginaron el impacto de su chiste.
La idea fue de Billy Markus, un programador que trabajó como ingeniero en IBM, y Jackson Palmer, un australiano que estaba al frente del departamento de marketing de Adobe Systems.
'Doge', uno de los memes más populares en internet, fue utilizado para identificar el medio digital de intercambio de Markus y Palmer.
Los jóvenes no pensaron que las personas tomarían en serio una criptomoneda con el rostro de un perro asustado.
No obstante, la dogecoin no solo fue motivo de risas. Resulta que tuvo un gran impacto en el mercado de las monedas digitales. A los 15 días del lanzamiento, su valor se había multiplicado por 300.
Con el paso de los años (especialmente entre en diciembre de 2017 y la primera semana de enero de 2018), su valor comenzó a inflarse y llegó a bordear los 2 millones de dólares.
En estos momentos, el valor de una dogecoin supera los US$1.200 millones, de acuerdo a Coinmarketcap.com.