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Diana Spencer: La princesa condenada a nunca ser reina (solo en nuestros corazones)
Con la reciente muerte de la reina Isabel ll y la oficialización de Camila de Cornualles como reina consorte de Inglaterra, no podemos evitar recordar a la princesa de Gales.
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“Me gustaría ser reina en el corazón de las personas. Pero no me veo siendo reina de este país. No creo que mucha gente quiera que sea reina. Cuando digo mucha gente, me refiero a la institución en la que estoy casada, porque han decidido que soy una principiante”, así respondía la princesa Diana al ser consultada sobre si algún día sería reina. Esta entrevista, realizada en noviembre de 1995, sería la última que daría para la cadena BBC.
Con la reciente coronación de Carlos III y de Camila Parker, no se puede evitar recordar a Lady Di, y ha surgido la pregunta: ¿Qué habría ocurrido si ella lograba estar al frente de la corona británica?
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“ENCANTADORA Y APROPIADA”
El principio de la relación entre Carlos y Diana contó con la aprobación de la reina Isabel, pues ella era una joven que contaba con todas las virtudes que buscaba en la esposa de su hijo y en la futura princesa de su reino.
A pesar de que la muchacha no era de sangre real, su padre John Spencer, era un ecuestre de la reina (el oficial a cargo de los caballos de la realeza). La futura princesa era una persona cercana a la familia real, sobre todo a los príncipes Andrés y Eduardo, hermanos de Carlos. La periodista Tina Brown comentó, en su libro The Diana Chronicle, que la monarca la encontraba “encantadora y apropiada (para el cargo)”.
La buena relación entre ambas no se mantuvo por mucho tiempo y fue empeorando con la crisis matrimonial de la joven pareja, malos momentos que casi siempre iniciaban cuando el nombre de Camila era mencionado. Uno de los motivos más públicos fue la personalidad de la princesa de Gales y el carisma que comenzaba a hacerla brillar, y que pronto comenzaría a marcar una nueva etapa de la realeza británica.
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VIRTUDES DE REINA
Su carisma y cercanía con la gente provocó el deseo de los británicos de convertirla en reina. Sin embargo, Diana nunca mostró un mayor interés por ocupar ese puesto. Sin duda, ella ya hacía un labor que iba más allá de su cargo.
La princesa de Gales se caracterizó por apoyar causas sociales y encabezaba organizaciones benéficas, las cuales velaban por jóvenes, drogadictos y ancianos.
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Utilizó su imagen para visibilidad a las personas con SIDA. Uno de sus gestos más recordado y que fue de suma importancia para reducir el estigma en torno a esta enfermedad fue el abrazo y el apretón de manos que le daba a los enfermos que la padecían.
“Porque hago las cosas diferente; porque no sigo un libro de reglas; porque dirijo con el corazón, no con la cabeza, y eso me ha traído problemas en mi trabajo. Entiendo eso, pero, alguien tiene que salir y amar a la gente y mostrarles amor”, comentaba en su última aparición pública por televisión. Mucho de lo que hacía durante sus campañas como princesa fueron de gran influencia para que la reina empezará a participar más en la vida de su pueblo.
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NUEVO REY, NUEVA REINA
A 25 años de la muerte de la reina de los corazones ingleses, su exesposo Carlos ha sido declarado monarca cediendo el título de reina consorte a su esposa Camila, con quien lleva 17 años de matrimonio. La feliz pareja no cuenta con la aprobación total de su pueblo, ya que fue comprobado que ambos mantuvieron una relación varios años antes, cuando él era príncipe y se encontraba recién casado con Diana.
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