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El cónsul de España en la ciudad de Boston, Pablo Sánchez-Terán, fue cesado de su cargo luego de haber cerrado las dependencias diplomáticas a solo dos horas del , sin proporcionar ninguna línea de comunicación de emergencia.

El ministro de Asuntos Exteriores del país ibérico, José Manuel García-Margallo, ordenó la destitución del funcionario por "incumplir sus obligaciones" y abandonar el Consulado en plena crisis, según fuentes del .

Al parecer, Sánchez-Terán se fue a su casa después de las explosiones porque "era la hora" del cierre de la oficina diplomática. Cuando el Ministerio de Exteriores se contactó con él para pedir que regresara de inmediato, Sánchez-Terán afirmó que no podía hacerlo porque las calles se encontraban bloqueadas.

La decisión del funcionario de cerrar la oficina consular a la hora habitual provocó una encendida reacción en las redes sociales de .

"Se trata de una excepción que confirma el comportamiento ejemplar de los cónsules españoles. Si alguien no está a la altura, se investiga. Hemos tardado poco en hacerlo", afirmó escuetamente el ministro García-Margallo.

En el consulado general de constan registrados casi 4.000 ciudadanos españoles y 91 españoles estaban inscritos en la carrera aunque ninguno resultó herido.