Hasta el momento son cinco las cepas de COVID-19 detectadas en el mundo. Ahora depende de nosotros no contagiarnos. (GETTY IMAGES)
Hasta el momento son cinco las cepas de COVID-19 detectadas en el mundo. Ahora depende de nosotros no contagiarnos. (GETTY IMAGES)

Si bien los estragos ocasionados por el coronavirus mantuvieron en vilo al mundo durante todo el 2020, en las últimas semanas las vacunas lograron irradiar algo de esperanza. Sin embargo, el reciente hallazgo de una nueva variante identificada inicialmente en el Reino Unido ha reactivado todas las alarmas, dejando solo una certeza a su paso: la pandemia puede ser aún peor. Así lo determinaron científicos británicos que evidenciaron que esta nueva variante, si bien no presenta señales de ser más mortal, sí resulta mucho más contagiosa. En tan solo unos días regresó a todo el Reino Unido a cuarentena, tumbando récords de contagios y amenazando con propagarse por todo el globo. Lo peor es que no es la única presente.


“FUERA DE CONTROL”

La Organización Mundial de la Salud (OMS) explica que todos los virus, muchas veces en su afán de sobrevivir, mutan constantemente con el tiempo. Lo mismo viene ocurriendo con el SARS-CoV-2, aparecido por primera vez en 2019. Si bien la gran mayoría de estos cambios resultan intrascendentes, algunos pueden darle una ventaja de supervivencia, incluyendo una mayor transmisibilidad. Este sería el caso de la variante británica (llamada VOC 202012/01) que ya está presente en más de 50 países y territorios, incluidos Estados Unidos y Perú.

“Desgraciadamente, la nueva cepa estaba fuera de control”, reconoció un desesperado ministro de Salud del Reino Unido en diciembre, ya imaginándose que a comienzos de enero los contagios llegarían a los 60 mil casos diarios. Con el pasar de los días fueron cada vez más los países que cerraron fronteras con los británicos. Europa cortó los vuelos y África y Latinoamérica le siguieron el paso. Si bien ciertas naciones mantienen a la fecha dicha medida, otras han optado por reabrir los vuelos procedentes de dicho país, aunque endureciendo sus protocolos de bioseguridad.

¿Por qué esta nueva cepa causa tanto temor? Según estudios británicos, esta variante del coronavirus, detectada por primera vez en setiembre en el Reino Unido y con 22 mutaciones en el genoma del COVID-19, está convirtiéndose en la forma “dominante” en el país europeo. Fue localizada en Londres y en el sureste del país y justamente el aumento brusco de casos en estas regiones hace suponer que sea entre un 40% y 70% más transmisible. Sin embargo, “nada indica, de momento, que esta nueva cepa cause una tasa de mortalidad más alta o que afecte a las vacunas y los tratamientos, pero se están realizando trabajos de forma urgente para confirmar eso”, menciona Chris Whitty, el médico en jefe de Inglaterra.

En una de las medidas más radicales en toda la pandemia, el Reino Unido ha declarado cuarentena total en todo el territorio. “Si el virus cambia su método de ataque, debemos cambiar nuestro método de defensa”, afirmó el primer ministro, Boris Johnson, tras anunciar la restricción.


VARIANTE SUDAFRICANA

En Sudáfrica ha emergido otra variante independientemente de la cepa detectada en el Reino Unido: la llamada 501.V2. Detectada originalmente a principios de octubre luego de un fuerte aumento de casos en la provincia de Cabo Oriental, esta comparte algunas mutaciones con la variante británica. Parece también propagarse con mayor rapidez, aunque tampoco hay evidencia de que provoque manifestaciones más graves de la enfermedad o presente un mayor riesgo de muerte.

“Estamos muy convencidos de que probablemente se trate de una variante más transmisible, con síntomas similares o iguales, y no creemos que cause una enfermedad más severa”, aseguró el profesor Tulio de Oliveira, director de la plataforma científica de la Universidad de KwaZulu-Natal, que coordina el análisis genético del virus.

Sin embargo, la aparición de esta variante en la segunda ola que afronta Sudáfrica ha sido estremecedora, promediando unos 21 mil contagios diarios y colmando el sistema sanitario del país africano.

Asimismo, una tercera mutación, originaria de la Amazonía brasileña y que Japón anunció haber descubierto en la pasada semana, está siendo analizada y podría tener un impacto en la respuesta inmunitaria, según la OMS, que la trató de “variante preocupante”.

En tanto, investigadores de EE.UU. detectaron dos variantes del coronavirus SARS-CoV-2. Una de ellas es dominante en la capital de Ohio, según conclusiones de un estudio preliminar publicado el miércoles pasado.

Por lo pronto, hay una buena noticia en medio de esta incertidumbre: ninguna nueva variante ha dado indicio de que no pueda ser tratada con las vacunas existentes. “No tenemos indicios de que haya un impacto en las vacunas que se están administrando. Esa es la información que tenemos hasta ahora y las investigaciones siguen en curso”, señaló la responsable técnica contra el COVID-19 de la OMS, Maria Van Kerkhove.


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