El vicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence, habla durante una conferencia de prensa sobre el brote de COVID-19 en la Casa Blanca. (Foto: AFP)
El vicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence, habla durante una conferencia de prensa sobre el brote de COVID-19 en la Casa Blanca. (Foto: AFP)

Washington. [AP]. El vicepresidente estadounidense Mike Pence buscó el domingo asegurar al público que el gobierno federal está trabajando para asegurarse de que las autoridades estatales y locales puedan realizar pruebas de detección de .

Pence hizo el anuncio mientras se reportaron nuevas infecciones en Illinois, Rhode Island y . En total, en el país se han confirmado 70 casos.

Apareciendo el domingo en varios medios de comunicación, el secretario de Salud, Alex Azar, anunció un caso en Chicago, pero no dio más detalles. Azar y Pence dijeron que se han enviado a las autoridades estatales y locales miles de kits para detectar el coronavirus, y que se mandarán miles más.

Al mismo tiempo, las autoridades en el estado de Rhode Island anunciaron el domingo el primer caso de COVID-19 en una persona de 40 años que viajó a Italia a mediados de febrero. La persona está hospitalizada y recibiendo tratamiento.

En el estado de Washington, las autoridades anunciaron dos casos más, incluido un hombre de unos 60 años que se encontraba en estado crítico. La noticia elevó a seis el número total de casos de coronavirus en el área de Seattle. Más de 50 personas en un centro de salud en Kirkland, Washington, están enfermas y se les está haciendo la prueba del virus.

El sábado las autoridades anunciaron el primer fallecimiento en Estados Unidos por el virus, se trata de un hombre de mediana edad.

Azar dijo que las autoridades aún no han determinado cómo el hombre contrajo el virus, pero enfatizó que el riesgo sigue siendo bajo para el estadounidense “promedio”.

“Deben saber que tenemos el mejor sistema de salud pública del mundo para cuidarlos”, dijo el secretario, y agregó que informarán sobre los casos adicionales.

El sábado, el presidente Donald Trump aprobó nuevas restricciones a los viajes internacionales para evitar la propagación de la enfermedad que se originó en China. Ahora hay más de 80.000 casos en todo el mundo y casi 3.000 muertes.